Las Náyades son un tipo particular de Ninfas protectoras de los ríos, fuentes y arroyos. O sea, ninfas de agua dulce. Son doncellas hermosas y pequeñas. Longevas, como casi todas las ninfas aunque mortales. Se les atribuyen poderes curativos a las aguas en las que ellas vivan.
Son las ninfas de los cuerpos de agua dulce, fuentes, pozos, manantiales, arroyos y riachuelos, encarnando la divinidad del curso de agua que habitan, de la misma forma que los oceánidas eran las personificaciones divinas de los ríos y algunos espíritus muy antiguos habitan las aguas estancadas de los pantanos, estanques y lagunas.
La esencia de una náyade esta vinculada a su masa de agua, de forma que si ésta se seca, ella también. En ocasiones, bañarse en sus aguas se consideraba un sacrilegio y las náyades tomaban represalias contra el ofensor. Verlas también podía ser motivo de castigo.
Las Creneas o crénides cuidan las fuentes, las Heleados los pantanos, las Limnades o limnátides los lagos, Las Pegeas los manantiales y las Potámides los ríos.
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